Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Nos has hecho para ti, Señor, y nuestros corazones están inquietos hasta que descansen en ti. Ninguna frase, fuera de la escritura, me ha hablado nunca de manera tan poderosa, persistente y sugerente como esa frase de san Agustín. En esencia, es la historia de la vida de Agustín y también la historia de cada una de nuestras propias vidas.
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
¡Qué sutil es la hipocresía! Qué fácil es no ver nuestras propias incoherencias, aunque veamos tan nítidamente los defectos de los demás. ¿Estamos obstinadamente ciegos, o es que simplemente no vemos? ¿Es un problema moral o visual? Veamos estos ejemplos:
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Alguien preguntó una vez a Teresa de Lisieux si estaba mal dormirse mientras se rezaba. Ella respondió: En absoluto. Un niño pequeño es igualmente agradable a sus padres, despierto o dormido – ¡probablemente más cuando duerme!
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
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