Ronald Rolheiser | En el Exilio
Las devociones han marcado profundamente la espiritualidad católica, aunque a veces se las critique por desviar el centro de la fe. Pese a sus riesgos, pueden ser un valioso complemento a la Palabra y la Eucaristía. Son, en definitiva, una tradición del corazón que conecta cielo y tierra.




