José Cristo Rey García | Ecología del Espíritu
La avaricia es un pecado capital al que solemos prestar poca atención. Es un pecado raíz que habita en cada uno de nosotros. Puede estar más o menos oculto, más o menos despierto. Pero ¡ahí está! Es un virus enormemente destructivo. Destruye el amor y lo convierte en inmisericorde y homicida, pero “homicida de guante blanco”.








