Ronald Rolheiser | En el Exilio
En el interior de cada uno de nosotros tenemos un vago recuerdo de haber sido tocados y acariciados en alguna ocasión por manos mucho más delicadas que las nuestras.
Ronald Rolheiser | En el Exilio
En el interior de cada uno de nosotros tenemos un vago recuerdo de haber sido tocados y acariciados en alguna ocasión por manos mucho más delicadas que las nuestras.
Laiconet – Evangelio Seglar
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Eliana Cevallos – La alegría del amor
Así titula el capítulo cuarto de la exhortación apostólica del papa Francisco. En estos párrafos el papa reflexiona junto con los padres sinodales en el fundamento de la familia y del matrimonio. Evidentemente, inicia su reflexión alrededor del amor. Al respecto, subraya la necesidad de recuperar el sentido de esta palabra pues reconoce que, en la actualidad, el amor ha sido utilizado y desfigurado.
Ronald Rolheiser | En el Exilio
El celibato obliga a uno a vivir en una soledad que Dios mismo condenó, pero es también la soledad en la que Jesús se entregó a nosotros en una muerte que es quizás la expresión más generativa de amor que se ha dado en la historia humana.
Eliana Cevallos – La alegría del amor
En varias secciones de la exhortación del papa Francisco a las familias, se menciona al matrimonio como una vocación y la necesidad de que los esposos adquieran sentido claro de la dignidad que esto significa. Empecemos por aclarar ¿qué significa vocación?
Ronald Rolheiser | En el Exilio
Enseño espiritualidad en la Oblate School of Theology de San Antonio, Texas. Hace quince años, empezamos a ofrecer un PhD en Espiritualidad…
¡Enamorarse! Usamos esta expresión para referirnos a muchas cosas: Te puedes enamorar de un bebé, de un equipo deportivo, de una ciudad, de un trabajo o de otra persona. Con todo, reservamos el primer analogado de esta expresión para una cosa: el enamoramiento emocional, ese sentimiento embriagador que percibimos por primera vez cuando nos encontramos con alguien a quien sentimos como un alma gemela.
En su libro Confesiones, san Agustín describe cómo su conversión al Cristianismo comprometió dos diferentes momentos de gracia; el primero, que le persuadió intelectualmente de que el Cristianismo era lo correcto, y el segundo, que lo habilitó para vivir lo que creía.
En una homilía, Karl Rahner comentó una vez que, en las Bienaventuranzas del Evangelio de Lucas, Jesús realiza una declaración más bien sorprendente. Dice: ‘Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis’.
Uno de los problemas más antiguos de la filosofía es la cuestión de “el uno y los muchos”, si la realidad es en definitiva una unidad o una pluralidad, y cómo se interrelacionan estas. Podríamos realizar la misma pregunta en cuanto a la pluralidad de las creencias religiosas, iglesias y formas de culto de nuestro mundo.
En su novela Oscar and Lucinda (Óscar y Lucinda), Peter Carey ofrece esta pintoresca imagen del chisme. El escenario es una pequeña población en la que hay rumores acerca del sacerdote y una determinada joven. He aquí su metáfora: