I Jueves de Adviento
De los textos que nos ofrece la liturgia de Adviento, quedan en la memoria expresiones y palabras que invitan a despertar y disponer el ánimo, a permanecer vigilantes, atentos, conscientes ante la próxima venida del Señor.
I Miércoles de Adviento
La Liturgia nos sitúa en escenas iniciales de la vida de Jesús. En ello se descubre la pedagogía de despertar la sana memoria del momento en el que fuimos conscientes del paso del Señor por nuestra vida, el día en que sentimos la presencia interior que sació nuestra hambre y sed de sentido.
I Martes de Adviento
Al inicio del Adviento, la fiesta del apóstol San Andrés nos posibilita plantear este tiempo como tiempo propicio para difundir el mensaje del Evangelio, que no es principalmente una serie de verdades y preceptos, sino la persona de Jesucristo.
I Lunes de Adviento
No retrases tu incorporación al grupo inmenso de los que esperan al Mesías. Ten la seguridad de que Él puede entrar en tu casa en cualquier momento, si tú le dejas.
Ven, Espíritu Santo, y derrama sobre nosotros el don de TEMOR DE DIOS
En un primer momento, la interpretación del significado de este don puede alimentar reacciones religiosas naturales de miedo ante Aquel que puede castigar, porque es Todopoderoso.
Ven, Espíritu Santo, y derrama sobre nosotros el don de PIEDAD
Por el don de piedad nos hacemos conscientes de nuestra identidad de hijos adoptivos de Dios y de la fraternidad humana. Hijos en el Hijo, creados a imagen del Primogénito por el Hálito divino.
Tres llamadas: V Domingo de Cuaresma
La Iglesia nos prepara para afrontar el mayor reto, la Pasión del Señor, y lo hace trayendo ante nuestros ojos el poder de Dios, creador de la vida. El muro de la muerte aparece insuperable a los ojos humanos, pero Dios vence a la muerte.
Tres llamadas: IV Sábado de Cuaresma
Estamos siguiendo, día a día, las páginas de las Sagradas Escrituras que se refieren a los acontecimientos de la Pasión del Señor, y sorprendentemente, muchos de los textos propuestos unen unas escenas de confianza con otras de prueba y de sufrimiento.
Tres llamadas: III Jueves de Cuaresma
Cuando en nuestra desobediencia nos aferramos a nuestra voluntad, solemos justificar nuestra obstinación afirmando que Dios es terrible.
Tres llamadas: IV Viernes de Cuaresma
Con valoración puramente humana, normalmente nos sentimos desgraciados cuando nos acosan la enfermedad, la prueba o el despojo. Hay veces que sufrimos la tentación de creernos abandonados de Dios, malditos, arrojados lejos de su mirada.
Tres llamadas: IV Martes de Cuaresma
La razón por la que, a esta altura del tiempo cuaresmal, se escogen estas lecturas en las que concurre el agua en las tres citas, es porque aquí se ve la prefiguración del agua bautismal.