Integridad privada
En una película de la década de 1990, City Slikers (“Cowboys de ciudad”), hay una escena que emite luz sobre la importancia de la integridad privada. Tres hombres, neoyorquinos, grandes amigos, se han marchado juntos, durante un verano, a montar una manada de ganado con la esperanza de que esta experiencia les ayude a eludir sus respectivos problemas de la edad madura.
Viene y va
Rumi, el poeta persa y místico sufí del siglo XIII, dijo una vez que así es cómo la fe se mueve en nuestras vidas: Vivimos con un profundo secreto que a veces conocemos, luego no, y después conocemos de nuevo.
Rezar por los débiles y los fuertes
Cuando Jesús instituyó la Eucaristía en la Última Cena, alzó el pan y el vino como dos elementos en los que hacerse especialmente presente entre nosotros. Desde entonces, hace ya más de 2000 años, los cristianos que celebramos la Eucaristía utilizamos las mismas dos cosas, el pan y el vino, para pedir a Cristo que bendiga este mundo y traiga a nuestro mundo la presencia especial de Dios. ¿Por qué dos elementos? ¿Por qué pan y vino? ¿Qué realidad representa cada uno?
No hay ciudad permanente
La Escritura nos dice que en esta vida no tenemos ciudad duradera. Es cierto. Pero, al parecer, tampoco tenemos una casa, una escuela, un vecindario, un pueblo, una dirección con código postal, ni casi nada que sea duradero. Al final, nada dura.
Evangelio Seglar para Domingo 14 del Tiempo Ordinario (9 de junlio de 2023)
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
La terapia de una vida pública
Hace más de cincuenta años, Philip Rieff escribió un libro titulado The Triumph of the Therapeutic (“El triunfo de lo terapéutico”). En él debatió que la amplia confianza en la terapia privada ascendió entonces en gran medida en el mundo secularizado porque la comunidad se había descompuesto.
La espiritualidad de Eugene de Mazenod
Durante los años en que he estado escribiendo esta columna, en raras ocasiones he mencionado el hecho de pertenecer a una congregación religiosa, los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Esa omisión no es una evasión, dado que ser un Oblato de María Inmaculada es algo de lo que estoy no poco orgulloso. Aun así, raramente doy publicidad al hecho de que soy sacerdote y miembro de una congregación religiosa, porque creo que, cuanto escribo aquí y en otras partes, necesita cimentarse sobre cosas que están más allá de los títulos.
La ley de la gravedad y el Espíritu Santo
Una teología y una ciencia cabales reconocerán que la ley de la gravedad y el Espíritu Santo son una sola realidad en el mismo principio. No existe un espíritu diferente de lo espiritual que pueda mantener lo físico. Existe un solo espíritu que habla por medio de la ley de la gravedad y el Sermón de la Montaña.
Piedad y humor
La piedad es enemiga del humor, al menos cuando algo que no llega a ser piedad se enmascara de piedad. He aquí un ejemplo: Una vez, conviví en una comunidad con un hombre excesivamente serio que, tras contar alguien un chiste poco decente, nos traía al orden con la pregunta: “¿Contaríais un chiste como ese ante el Santísimo Sacramento?” Eso no solo deshinchaba el chiste y a su relator, sino que también hacía desaparecer la animación del lugar.
Evangelio seglar para el Domingo 2º del Tiempo Ordinario (14 de enero de 2024)
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
¿Feliz Navidad o Felices fiestas?
Lo que rodea, retorna, según parece. Los cristianos se apropiaron de una fiesta pagana y la sacralizaron con ocasión de celebrar el cumpleaños de Jesús, y ahora el mundo secular está devolviendo el favor.