¿Pedimos Permiso para no ser felices?
¿Es acaso más interesante lo quebrado que lo entero, la infelicidad más bella que la felicidad?
Nuestra Única Gran Fidelidad: La Eucaristía
Por lo general, hemos sido fieles y consistentes, a través de todos los siglos, a uno de los mandamientos de Jesús.
Imágenes Místicas para nuestra Búsqueda Religiosa
Hay muy pocas cosas tan potentes como una imagen poética.
La Anatomía del Sacrificio
¿Qué queremos decir cuando afirmamos que hacemos un sacrificio?
Creatividad como Respuesta a la Violencia
O somos creativos o nos entregamos a alguna especie de brutalidad.
Hay un Tiempo para Cada Cosa
‘Siento gran lealtad tanto a Cristo como a Mahoma, primero necesitamos la disciplina de Alá, después la libertad de Jesús’.
Trabajando demasiado. Comienza como una virtud y termina como un escape
Muchos son los esposos en el matrimonio, muchos son los hijos en la familia, muchos son los amigos, y muchas son las iglesias los que desearían que alguien a quien aman y de quien necesitan más atención, estuviera menos ocupado.
Reconfortantes pensamientos sobre un tema duro
Hace algunos años, una amiga mía estaba enfrentándose con el nacimiento de su primer hijo. Aunque estaba contenta porque estaba a punto de ser madre me confesó abiertamente sus temores acerca del proceso real de nacimiento, el dolor, el peligro, lo desconocido.
Sexualidad – Su Poder y Propósito
Todos estamos poderosa, incurable, y maravillosamente sexuados, lo cual forma parte de una conspiración entre Dios y la naturaleza. La sexualidad descabsa justo al lado de nuestro instinto de respirar y está siempre presente en nuestras vidas.
El purgatorio como el ver plenamente por primera vez
Imagínese que es ciego de nacimiento y que esta viviendo en la edad adulta sin haber visto jamás la luz y el color. Entonces, a través de una operación milagrosa, los médicos son capaces de darle la vista. ¿Qué sentiría inmediatamente al abrir los ojos? ¿Asombro? ¿Perplejidad? ¿Éxtasis? ¿Dolor? ¿Una combinación de todo esto?
Vivir Con Menos Miedo
Vivimos con demasiado temor de Dios. Este temor tiene muchas caras, desde el miedo supersticioso de los ingenuos, al miedo legalista de los más escrupulosos, hasta el miedo intelectual de los muy sofisticados.