Lo que nos hacen las noches oscuras
Después de que la Madre Teresa murió, sus diarios revelaron algo que impactó a mucha gente: durante los últimos 60 años de su vida -desde los 27 hasta los 87, en que murió- luchó por imaginar que Dios existía, y no tuvo la menor experiencia afectiva ni de la persona ni de la existencia de Dios.
Ante nuestro Creador
¡Algún día tendrás que comparecer ante tu Creador! Todos hemos oído esta frase. Llegará la hora en que nos presentaremos solos delante de Dios, sin ningún lugar donde escondernos, ninguna estancia donde justificarnos y ninguna excusa que ofrecer por nuestras debilidades y pecados.
La lucha humana con la energía sexual
La iglesia ha luchado siempre con el sexo, pero lo mismo han hecho los demás. No hay culturas, religiosas o seculares, pre-modernas o modernas, pos-modernas o pos-religiosas, que expongan una característica sexual verdaderamente sana.
El verdadero desafío en creatividad
Hay tres clases de actores: Los primeros, mientras están cantando una canción o interpretando una danza, se hacen el amor a sí mismos. Los segundos, mientras están realizando la representación, hacen el amor a la audiencia. Los terceros, mientras están en el escenario, hacen el amor a la canción, a la danza, al drama mismo.
Moneda religiosa
Nadie -sea individuo o institución- controla el acceso a Dios. Jesús lo deja bien claro. Dios actúa a través de la Iglesia y sus ministros. Pero esto sí niega toda legitimidad para exigir que la Iglesia y aquellos que ejercen el ministerio en su nombre controlen el acceso a Dios.
Nuestra pagana resistencia al otro mundo
A veces, mientras estoy presidiendo la Eucaristía o predicando, escaneo los rostros de los asistentes que tengo delante. ¿Qué es lo que revelan? Unos pocos están ansiosos, atentos, centrados en lo que está sucediendo, pero un buen número de caras, particularmente entre los jóvenes, hablan de aburrimiento, de pequeño deber y de una resignación que dice: “Ahora tengo que estar en la iglesia, aunque ojalá estuviera en otro lugar”.
Acedia y Sabbat
Los primeros monjes cristianos creían en algo que llamaban Acedia. Más coloquialmente, lo llamaban El diablo de mediodía, un nombre que describe esencialmente el concepto.
Llevar nuestras heridas a la Eucaristía
Recientemente me vino un hombre pidiendo ayuda. Cargaba en su alma profundas heridas, no físicas sino emocionales. Lo que me sorprendió inicialmente fue que, aun estando profundamente herido, no había estado severamente traumatizado ni en su infancia ni en su adultez.
Ortodoxia, pecado y herejía
Recientemente, mientras iba de camino a impartir un seminario, tuve la oportunidad de ir a la Catedral de aquel lugar para asistir a la eucaristía del domingo, y me sorprendió la homilía. El sacerdote usó el texto evangélico donde Jesús dice: “Yo soy la viña y vosotros los sarmientos”,
Encarnación – Dios está con nosotros
A muchos de nosotros -sospecho yo- cada año nos resulta más difícil captar el espíritu de la Navidad. Casi las únicas cosas que aún la caldean son los corazones y los recuerdos, recuerdos de cuando éramos más jóvenes, más ingenuos, días en que las luces y los villancicos, los árboles de Navidad y los regalos, aún nos animaban.
Nuestras iglesias como refugios
Siempre que hemos tenido nuestros mejores momentos como cristianos, hemos abierto nuestras iglesias como refugios a los pobres y a los que estaban en peligro. Tenemos una larga y magnífica historia sobre refugiados, personas sin hogar, inmigrantes que afrontan la deportación, y otros que están en peligro y se amparan en nuestras iglesias.