San Gregorio Magno, papa y doctor de la Iglesia
Lc 4, 38-44. Es necesario que proclame el reino de Dios también a las otras ciudades, pues para esto he sido enviado.
Mateo 19, 3-12. Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres, pero al principio no era así