Miércoles de la XXIV Semana del Tiempo Ordinario
Lc 7, 31-35. Hemos tocado la flauta y no habéis bailado, hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado.
Mt 10, 16-23. No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre.