Miércoles de la XXIV Semana del Tiempo Ordinario
Lc 7, 31-35. Hemos tocado la flauta y no habéis bailado, hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado.
Lc 13,10-17. A ésta, que es hija de Abrahán, ¿no había que soltarla en sábado?