San Gregorio Magno, papa y doctor de la Iglesia
Lc 4, 38-44. Es necesario que proclame el reino de Dios también a las otras ciudades, pues para esto he sido enviado.
Lc 7, 31-35. Hemos tocado la flauta y no habéis bailado, hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado.