Miércoles de la XXXI Semana del Tiempo Ordinario
Lc 14, 25-33. El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.
Mc 3, 7-12. Los espíritus inmundos gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios», pero él les prohibía que lo diesen a conocer.