San Juan Crisóstomo, obispo y doctor de la Iglesia
Lc 6, 43-49. ¿Por qué me llamáis «Señor, Señor», y no hacéis lo que digo?
Mc 3, 7-12. Los espíritus inmundos gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios», pero él les prohibía que lo diesen a conocer.