Miércoles de la XXIV Semana del Tiempo Ordinario
Lc 7, 31-35. Hemos tocado la flauta y no habéis bailado, hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado.
Lc 4,16-30. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres… Ningún profeta es bien mirado en su tierra.