Liturgia viva del viernes de la xxxiii semana del t. ordinario, feria
LIMPIANDO EL TEMPLO 
 (Año II. Ap 10,8-11; Lc 19,45-48)
 Introducción
       Año II. Hoy el autor del Apocalipsis reflexiona, como Jeremías y Ezequiel antes que él, sobre su rol como profeta. La palabra de Dios le sabe dulce a él, pero contiene un mensaje amargo de reprensión para el pueblo, que él tiene que proclamar.
       Evangelio. Jesús arrojó del Tempo a los comerciantes. — Es para nosotros un buen momento para preguntarnos: ¿Qué es lo que el Señor tiene que arrojar fuera de nosotros para llegar a ser mejores cristianos?  ¿Qué obstáculos encontramos en el camino que nos llevaría más cerca de Dios en la vida de cada día? Lo que realmente nos importa a los cristianos es que estemos adheridos espiritualmente al Señor y cercanos a la gente que nos ha confiado. Entonces podemos darle culto con toda nuestra vida.
 Oración Colecta
 Oh Dios y Padre nuestro:         
 Con frecuencia convertimos nuestros corazones
 en casas de orgullo y avaricia 
 más que en hogares de amor y de bondad,
 donde tú puedes sentirte a gusto, como en tu casa.
 Destruye el templo del pecado en nosotros,
 arroja toda clase de mal de nuestros corazones,
 y haznos piedras vivas de una comunidad
 en la que pueda vivir y reinar
 tu Hijo Jesucristo, Señor nuestro
 que vive y reina por los siglos de los siglos.
Intenciones
- Para que en nuestras iglesias la comunidad cristiana experimente hondamente la presencia de Dios en la oración y en el culto gozoso, roguemos al Señor.
 - Para que hagamos nuestras casas de oración lugares de encuentro cordial con Dios y con su pueblo, roguemos al Señor.
 - Para que, como piedras vivas de la Iglesia, construyamos nuestras comunidades como gente que sabe amar y servir, roguemos al Señor.
 
Oración sobre las Ofrendas.
 Oh Dios, Padre nuestro:
 Con el pan de vida
 y con el vino de salvación y alegría,
 tu Hijo va a renovar su Alianza con nosotros.
 Que Jesús nos dé la fuerza de voluntad y el amor
 para ser fieles a sus exigencias, 
 de la misma manera como él fue fiel a la Alianza,
 incluso cuando ello implicó la muerte en cruz.
 Que sepamos darte verdadero culto
 por Jesucristo nuestro Señor.
     
 Oración después de la Comunión
 Oh Dios, Padre nuestro siempre fiel:
 Nos has dado en esta eucaristía
 a tu Hijo Jesucristo
 para enseñarnos en él
 qué significa la obediencia leal.
 Que tu Hijo viva en nosotros 
 de modo que nuestra comunidad cristiana                                                  
 sea el templo donde él viva
 y donde nos reúna a todos juntos
 como sus hermanos y hermanas.
 Guárdanos de todo formalismo, 
 para que te rindamos culto auténtico con nuestras vidas, 
 por el poder y sabiduría de Jesucristo nuestro Señor.
 Bendición
 Hermanos: Por su palabra y acciones Jesús nos ha hablado hoy que tenemos que servir a Dios como él mismo hizo: en espíritu y en verdad, es decir: nuestro vivir de cada día debe corresponder  a lo que nosotros creemos, en servicio leal a Dios y al pueblo.
 Que Dios les bendiga y les guíe, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.          
				
                    
