Pan para compartir – Eucaristía
(Hch 5,34-42; Jn 6,1-15)
Introducción
Un milagro realizado por Jesús, y narrado con mucho detalle por los cuatro evangelistas, es la multiplicación de los panes. En todos los evangelios se ofrece como un signo de cómo Jesús se da a sí mismo; y más todavía, este signo es una figura de cómo Jesús continúa dándose a sí mismo en la eucaristía. ¿Y el discípulo de Jesús? — No olvidemos que la eucaristía es también el signo, la prefiguración, el recuerdo de la total donación de Jesús en la cruz.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Tu Hijo Jesús alimentó
a los que le seguían en el desierto
y recibieron tanta comida como quisieron.
Que nosotros conozcamos y estemos convencidos
de que él puede llenar nuestra hambre y nuestro vacío,
no precisamente con regalos
que cubran nuestra necesidad concreta del momento
sino con el don de sí mismo.
Y que nosotros sepamos acoger a Jesús con todo el entusiasmo,
porque él es Señor y Dios nuestro
por los siglos de los siglos.
Intenciones
- Por los que abandonaron la Iglesia y por los que no la han encontrado todavía, para que el testimonio de nuestra vida conforme al evangelio sea el alimento que nutra su hambre de Dios, roguemos al Señor.
- Por los que tienen lo suficiente para comer, para que se sientan responsables y lleven a los necesitados el alimento de su ayuda, amor y justicia, roguemos al Señor.
- Por los que participamos regularmente en el banquete de la eucaristía, para que aprendamos también a compartir el alimento de su palabra, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Tu Hijo Jesús se entrega a si mismo de nuevo
en estos signos de pan y vino.
Que él nos haga ser para nuestro prójimo
pan de ánimo, fraternidad y de justicia
y bebida de alegría y de paz.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Padre de nuestro Señor Jesucristo:
Tú ves con agrado
que tu Hijo permanezca con nosotros en la eucaristía
de manera que así viva más cercano aún entre nosotros
en la vida de cada día.
Acepta nuestra acción de gracias
y que él continúe siendo nuestra fuerza
en el camino de la vida
hasta que lleguemos con él
a tu morada y a tu hogar celeste,
y así vivamos en tu alegría eterna,
oh Dios y Padre nuestro,
por los siglos de los siglos.
Bendición
Hermanos: Creemos en Jesús, nuestro Señor Resucitado. — Él nos sustenta con su palabra de vida; que ella sea para nosotros Buena Noticia de salvación, que queremos experimentar y llevar a la práctica en nuestra vida. — Él nos nutre también con su pan de vida. Que este pan del cielo nos mueva a llevar amor, ayuda y servicio a cualquier necesitado. Para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.