Liturgia Viva del Santa Cecilia, virgen y mártir
¡CUIDADO, NO SE DEJEN ENGAÑAR!
( Ap 14,14-19; Lc 21,5-11)
Introducción
La lectura del Libro del Apocalipsis presenta el juicio como la siega de la cosecha.
Evangelio. Jesús habla de tiempos de pruebas, directamente de la caída de Jerusalén, lo cual es un símbolo del fin de los tiempos. No olvidemos que para nosotros aquí y ahora el tiempo del juicio es ahora: lo preparamos ahora, nos sometemos a él, o mejor, lo creamos ahora, dependiendo del modo cómo vivimos individualmente y como comunidad. “¡No se dejen engañar!”, dice Jesús. En otras palabras, su mensaje intenta sacudirnos, despertarnos para vivir ahora más radicalmente el evangelio.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Nuestra fe no es una serena posesión
de la verdad y de ritos religiosos que nos dan seguridad.
Haz que nos percatemos de que la fe sufre pruebas
y de que tú nos llamas
para que seamos testigos creíbles
–en nuestro tiempo y en nuestra situación–
de la pasión y resurrección de tu Hijo.
Danos tu Santo Espíritu para que nos guíe
y para que guarde viva nuestra fe y esperanza
de que Jesucristo es Señor nuestro
y tú nuestro Padre Dios
por los siglos de los siglos.
Intenciones
- Por la Iglesia de Jesucristo, para que su fe, confianza y amor no titubeen ni vacilen en las dificultades y tormentas de nuestro tiempo, roguemos al Señor.
- Por los que tienen dudas de fe o tienen miedo al futuro, para que Dios les dé fuerza y valor, y para que nosotros nos reavivemos mutuamente nuestra esperanza, roguemos al Señor.
- En un mundo atenazado por la guerra y la violencia, por la deshonestidad y el abuso de poder, roguemos para que gente de integridad y visión tome inspiración del evangelio para reconducir al mundo por los caminos de la solidaridad, la paz, la justicia y el amor, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Ya que tú vas a santificar este pan y este vino
y transformarlos en Jesús, tu Hijo,
que el poder de tu Santo Espíritu
nos transforme a nosotros en gente
totalmente imbuida
de las actitudes y mentalidad de Jesucristo.
Haz que seamos más como él,
para que vivamos los unos para los otros
y no tengamos nada que temer
cuando nos llames a ti,
Dios nuestro por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
En esta eucaristía nos has dado
la palabra y el cuerpo de tu Hijo.
No permitas que nos dejemos engañar
por cualquiera que proclame un mensaje demasiado fácil.
Que nuestro único guía seguro y fiable sea
aquél que es nuestro camino, verdad y vida,
nuestra esperanza y nuestra resurrección,
Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Somos gente de esperanza. No tendríamos que preocuparnos sobre la cuestión de cuándo llegará el fin del mundo, sino vivir como cristianos, que sabemos que tenemos que vivir responsablemente el evangelio cada día. Si hacemos esto, no tenemos ningún motivo para temer.
Que Dios todopoderoso les guarde seguros y salvos, y les bendiga, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.