Liturgia Viva del Sábado después de la Epifanía
DIOS ES AMOR
Introducción
   Aquí aparece  el gran tema del apóstol Juan, expresado casi como una obsesión, tanto en sus  cartas como en su evangelio: Dios es el origen de todo amor. Porque él es amor:  un amor que es dadivoso, un amor, como muestra el evangelio, que es compasivo.  Auto-comunicación es la señal, la marca de amor: dentro de Dios, y desde Dios  al hombre y al mundo. Él nos da a su Hijo, que mostró en su persona que amar es  darse a sí mismo por amor. Y por parte del hombre, amor significa también  recibir, estar dispuesto a aceptar amor como puro don, tanto procedente de Dios  como de los hermanos.
Oración Colecta
   Señor Dios,  Padre nuestro:
   Tú tomaste la  iniciativa de amarnos 
   antes de que  nosotros pudiéramos jamás amarte a ti, 
   ya que te  llamas “amor” y eres un Dios del pueblo.
   Ayúdanos a  reconocer este amor 
   encarnado en  Jesús, tu Hijo.
   Que él renueve  y transforme 
   lo más  profundo de nuestros corazones, 
   para que  nosotros también 
   podamos  ofrecerte a ti y a los hermanos 
   todo el amor  del que nos has hecho capaces 
   por medio de  Jesucristo  nuestro Señor.
Intenciones
- Por las Iglesias que buscan, un poco a ciegas, la unidad, para que un día todos sus miembros se sienten juntos a la misma mesa para comer el pan eucarístico de Jesús, roguemos al Señor.
 - Por todos los hombres y mujeres de buena voluntad, para que sepan construir juntos una sociedad justa basada en la justicia y en el amor, donde no haya lugar para discriminación alguna, roguemos al Señor.
 - Por todos nosotros aquí presentes, para que formemos una comunidad de servicio, amor y esperanza, abierta a todas las necesidades y a todas las aspiraciones justas, roguemos al Señor.
 
Oración sobre las Ofrendas
   Señor Dios, Padre amoroso:
   En cada celebración eucarística 
   nos permites experimentar  repetidamente 
   el amor de oblación y entrega de  tu Hijo.
   Acepta en este  pan y este vino  
   nuestros  penosos esfuerzos 
   por hacernos  para los hermanos 
   pan partido y  compartido, 
   junto con  Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
   Señor, Dios y  Padre nuestro:
   Acepta nuestra  acción de gracias por amarnos, 
   incluso antes  de que nosotros pudiéramos amarte a ti.
   Prepáranos no  solamente para dar amor,
   sino también  para recibirlo, con sencillez y gratitud, 
   de ti y de los  otros;
   porque éste es  la manera que tú nos has enseñado 
   por medio de  Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
   Hermanos:  Hemos compartido el pan con el Señor. 
   Esto nos  compromete a recurrir a todos los recursos humanos 
   para  compartirlos con todos los necesitados de alimento, justicia, cultura y  libertad.  Que el Señor nos fortalezca  para esta bella e ingente tarea. 
   Y para ello,  que la bendición de Dios todopoderoso, 
   Padre, Hijo y  Espíritu Santo descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.
				
                    
