Liturgia Viva del Sábado de la XXIV Semana del Tiempo Ordinario. San Roberto Belarmino, obispo y doctor de la Iglesia. Santa Hildegarda de Bingen, virgen y doctora de la Iglesia. Santa María en sábado

Fecha

17 Sep 2022
Finalizdo!

Introducción

Primera Lectura. ¿Cómo resucitarán los muertos? La persona muere, pero muere como una semilla, y de esa semilla nace una nueva planta que se alza gloriosa.

Evangelio
.  Leemos hoy la versión de Lucas de la parábola de la semilla. En la intención original de Jesús la parábola describe el crecimiento difícil y progresivo del reino hasta su final cumplimiento, del cual habla también Pablo en la primera lectura. Lucas, en la explicación ya de la parábola, la aplica a la recepción de la palabra de Dios y a la vida de fe en el corazón de la gente.      Dios siembra la semilla, pero la gente la recibe de forma diferente,  y reacciona a ella de diversas maneras, ya que es difícil hacerla crecer y permanecer leal a ella en las humildes y a veces difíciles realidades de la vida diaria. —¿Cómo crece y da fruto en nosotros la palabra de Dios?

Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Te damos gracias por hablarnos
la palabra de tu Hijo Jesucristo
y por sembrar en nuestras mentes y corazones
las semillas de la fe.
Abre nuestros oídos, día a día,
a la semilla de su palabra,
para que vaya creciendo en nosotros
con mezcla de dolor, esfuerzo y alegría.
Que la palabra arraigue cada vez más profundamente
en nuestros corazones
y dé frutos de justicia y amor,
hasta la segunda venida de Jesucristo,
Hijo tuyo y Señor nuestro,
por los siglos de los siglos.

Intenciones

1. Señor, da sabiduría y valor a todos los maestros y predicadores en la Iglesia, para que nos ayuden a entender tu palabra, y la proclamen como Buena Noticia de salvación; por eso te decimos: R/ Te rogamos, óyenos.

2. Señor, inspira con tu palabra a todos los poderosos de la tierra, para que aúnen fuerzas para llevar a todos paz duradera, alimento y dignidad humana; por eso te decimos: R/ Te rogamos, óyenos.

3. Señor, haz que seamos receptivos a tu palabra. Líbranos de la superficialidad y del miedo a perder  nuestras seguridades y certezas. Danos una nueva actitud para acoger tu mensaje, y para vivir con coherencia según lo que firmemente creemos; por eso te decimos: R/ Te rogamos, óyenos.

Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Acepta en este pan y este vino
nuestro anhelo de recibir a tu Hijo
y escuchar su palabra
con corazón noble y generoso.
Dánoslo como nuestro compañero de camino;
que él siga hablándonos
en la gente y en los acontecimientos de la vida.
Y que ojalá le acojamos gozosamente
y,  como consecuencia, demos rica cosecha de vida
que dure y se perpetúe
por los siglos de los siglos.

Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Que nuestras palabras y obras
sean el eco del mensaje de tu Hijo
y nos llenen con su vida.
Haz nuestras palabras humanas dignas de fiar;
y que sirvan a la unidad y a la verdad.
Derrama sobre ellas tu compasión,
tu amor y tu alegría
para que nos den fuerza,
buena actitud y amistad,
por el poder de Jesucristo,
tu Palabra viva y Señor nuestro.
por los siglos de los siglos.

Bendición
Hermanos: Que la semilla de la palabra de Dios caiga en el buen terreno de nuestros anhelantes y receptivos corazones.
Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y les acompañe siempre.

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