Liturgia viva del miércoles de la vi semana del t. ordinario, feria
OJOS PARA VER DE NUEVO
Introducción
Evangelio. Como señal de que él vino para curar, para traer perdón y vida a la persona íntegra, Jesús restaura la vista de los ciegos, hace oír de nuevo a los sordos, incluso resucita a los muertos y los llama de nuevo a la vida. No sólo trae buena noticia de esperanza y sanación, él mismo es la Buena Noticia personalizada, él la encarna en sí mismo y la comparte con la gente, de palabra y obra.
Oración Colecta
  Oh Dios, fuente de salud y vida:
  Cada uno de nosotros pudiera también decir,
  con el ciego del evangelio:
  "Que vea de nuevo, Señor", 
  porque estoy ciego al amor que tú me muestras
  en la gente que me rodea.
  Que vea de nuevo,
  porque estoy ciego a tu esplendor y belleza
  que tú me revelas en la creación 
  y en los acontecimientos de la vida.
  Abre mis ojos a tu bondad y misericordia
  que tú despliegas palpablemente
  en gente bondadosa que me rodea.
  Ojalá oigamos de labios de tu Hijo:
  "Tu fe te ha salvado".
  Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Intenciones
  Señor, mira los ojos de los niños que se abren a la vida; mira los ojos llenos de esperanza, que se abren al futuro que tú nos prometes,  y llénalos con tu luz, y así te rogamos:
  Señor, mira los ojos llenos de desengaño de los que se sienten frustrados; mira la alegría en los ojos de los que saben cómo amar; y así te rogamos:
Señor, mira los ojos desalentados de los que se rinden ante los problemas de la vida; mira el fuego en los ojos de los que  no se rinden, sino que continúan animosos el buen combate; y así te rogamos:
Oración sobre las Ofrendas
  Oh Dios, sanador y misericordioso:
  Por medio de estas ofrendas de pan y de vino
  te pedimos nos des la Luz que ilumina nuestras vidas, 
  tu mismo Hijo Jesucristo.
  Por medio de él ten piedad de nosotros,
  e ilumina nuestros ojos con fe clara y profunda, 
  para que te alabemos por la bondad salvadora
  que nos muestras 
en tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
  Señor Dios nuestro:
  En esta eucaristía
  has querido que experimentáramos tu bondad
  por medio de la presencia salvadora de Jesús.
  No permitas que escondamos esta luz
  o que oscurezcamos la vida de nuestro prójimo.
  Danos ojos claros para ver
  y que ojalá seamos luz
  para los que no tienen clarividencia o esperanza.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Bendición
  Hermanos: Algunas veces vemos sólo con ojos empañados, o no vemos en absoluto, las cosas buenas que Dios nos da y la buena gente que él pone en nuestro camino. Que ojalá en adelante sepamos verlos. 
Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.
				
                    
