Liturgia Viva del Martes de la XXIII Semana del Tiempo Ordinario
Introducción
La comunidad de cristianos de Colosas se veía amenazada por desviaciones procedentes de filosofías paganas y de prácticas judías. En el pasaje de hoy, muy denso y rico, Pablo insiste en que lo que cuenta es realmente Cristo; vivimos en él por medio del bautismo, y morimos y resucitamos con él.
Evangelio. Como en otras ocasiones muy importantes en su vida, Jesús ora antes de elegir a sus doce apóstoles de entre sus discípulos. Éste es ciertamente un momento muy importante. Él los entrenará, y correrá el riesgo de encomendar a gente débil y falible su propio trabajo y misión. Él sabe que no siempre harán lo mejor que puedan, ya que pasarán por momentos de temor, desaliento, cobardía y componendas. Aun así, él se fía suficientemente de ellos y les ayudará a llevar su trabajo a buen término, cuando Dios quiera. — En esta eucaristía expresamos nuestra confianza en la Iglesia de Jesucristo.
Oración Colecta
Dios todopoderoso y Padre nuestro:
En uno de nosotros, en tu Hijo Jesucristo,
se encuentra la plenitud de lo que tú eres, divinidad,
y que nosotros solamente podemos conjeturar y tartamudear
con nuestros inadecuados pensamientos y términos humanos.
Arráiganos y edifícanos en Cristo Jesús;
líbranos de todas formas de alienación
y danos la gracia de participar en su nueva humanidad,
para que vivamos la vida
del mismo Jesucristo nuestro Señor.
Intenciones
- Para que Cristo sea nuestro modelo, nuestra fuerza y nuestra vida, roguemos al Señor.
- Para que, a los que por el bautismo hemos sido constituídos uno con Cristo, nada ni nadie pueda apartarnos de él, roguemos al Señor.
- Para que nosotros seamos siempre gente alegre, porque Dios nos ha escogido para ser sus hijos e hijas, gracias a nuestro hermano mayor Jesucristo, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios, Padre amoroso:
¿Qué razón tuviste
para inclinarte bondadoso hacia nosotros
y para alzarnos a una nueva vida en Cristo Jesús?
Con estos dones de pan y vino
te ofrecemos nuestra acción de gracias
y llenos de gozo alabamos tu nombre.
Ayúdanos a vivir al máximo según el evangelio,
conscientes como somos de nuestras limitaciones,
pero contando con el poder de tu amor
y con la presencia entre nosotros
de aquél que es tu imagen y tu plenitud,
Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Por el bautismo nos has injertado
en tu Hijo Jesucristo;
tú nos has hablado en esta eucaristía
de su grandeza y de su obra de amor,
por la cual él nos reconcilió contigo.
Ya que queremos seguir compartiendo su vida,
cólmanos con su fuerza,
para que aprendamos de él
a vivir muriendo a nosotros mismos
y a ser grandes sirviendo a los demás.
Te lo pedimos por el mismo Cristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Recordemos las recomendaciones de Pablo: “Sigan ustedes viviendo su vida en Cristo Jesús, el Señor, arraigados y edificados en él. Por el bautismo fueron ustedes sepultados con Cristo y resucitaron con él por la fe. Dios les dio nueva vida en el mismo Cristo Jesús.”
Permanezcan siempre en él con la bendición del Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.