Liturgia Viva del Lunes de la XXIII Semana del Tiempo Ordinario
PRESERVAR LA VIDA, NO DESTRUIRLA
Liturgia de la Palabra
Primera Lectura: 1 Cor 5,1-8
La comunidad de Corinto no solo tiene problemas de unidad. Es parte de una ciudad portuaria de moral relajada. Por eso Pablo recuerda a sus discípulos lo que no compatibiliza con la vida cristiana. Identificados con Cristo, debían llegar a ser “nuevas creaturas”.
Evangelio: Lc 6,6-11
En este evangelio, vemos hasta qué punto los escribas y los fariseos se disgustan y enojan con Jesús porque cura a un hombre con la mano paralizada en el Día del Señor. No entienden que la misión de Jesús no se ajusta a prescripciones humanas. El vino a hacer el bien y a donarnos su Amor y su Vida.
Oración Colecta
Oh Dios, Padre nuestro:
Te damos gracias por tu Hijo Jesucristo.
Él siempre anduvo haciendo el bien
y ninguna ley hecha por seres humanos
le podría impedir de llevar a cabo
su misión de vida y amor.
Que tu Espíritu Santo nos ilumine
para entender su mentalidad
y para conceder el primer lugar
a lo que es realmente importante en nuestra vida.
Para que vivamos, ante todo, por la ley del Amor,
proclamada y vivida hasta la muerte
por Jesucristo tu Hijo, nuestro Señor.
Oración de los Fieles
– Para que en el Día del Señor la gente tenga tiempo para descansar y recuperarse de la presión de su trabajo, y tenga también la oportunidad de dar culto a Dios y de ayudar a los hermanos, roguemos al Señor.
– Para que los cristianos que participan los domingos en la eucaristía rindan culto a Dios con sus vidas también el resto de los días, roguemos al Señor.
– Para que la celebración eucarística de los domingos sea para todos los cristianos una fuente de gran alegría y un aliento eficaz para su vida cristiana, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Te presentamos estos dones
para celebrar el misterio
de la muerte y Resurrección
de tu Hijo Jesucristo.
Danos la sabiduría del Espíritu
para optar siempre, con tu Hijo,
no por la muerte sino por la vida,
y para que, incluso la muerte,
se convierta en promesa y semilla de vida eterna,
vida que tú nos das por medio de tu Hijo
Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Tenemos miedo de volvernos rígidos e inflexibles
en nuestras prácticas y actitudes,
aun con las mejores intenciones.
En virtud de la Palabra de tu Hijo
que acabamos de escuchar
y del Pan de Vida que él nos ha dado,
guárdanos siempre jóvenes y flexibles de corazón,
y atentos a tu presencia y a tu llamado
a través de la gente que nos rodea.
Que nunca seamos un obstáculo
para cualquier bien
realizado en el nombre de Jesús, nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Es legítimo hacer el bien en domingo, Día del Señor. Es incluso recomendable, porque eso hace más grande y maravilloso ese día. Que Dios todopoderoso los bendiga por el bien que ustedes hacen: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y que esta bendición permanezca para siempre.