Liturgia viva del Jueves de la XIII Semana del Tiempo Ordinario. Santa María Goretti, virgen y mártir
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Con frecuencia no entendemos
lo que nos pides en la vida.
Danos una fe confiada -te rogamos-
para que sigamos creyendo en ti
incluso cuando no vemos
a dónde nos llevas.
Danos la fe de Abrahán,
dispuesto a sacrificar a su hijo;
Danos la fe del paralítico,
que encontró renovado valor
cuando recibió perdón por sus pecados.
Mándanos levantarnos y caminar
con la certeza de que tú nos amas
y quieres llevarnos hacia ti,
que eres Dios por siempre,
por los siglos de los siglos.
Intenciones
– Para que la Iglesia, consciente de sus propios defectos, ofrezca humildemente compasión y perdón a todos los que yerran, y llegue a ser en nuestro mundo signo e instrumentos de reconciliación. Oremos.
– Para que sepamos mostrar especial cuidado y amor por los minusválidos, por los niños paralíticos o en silla de ruedas que nunca podrán jugar, por los ciegos que nunca podrán ver el mundo lleno de color creado por Dios, por los sordos profundos que nunca podrán oír o cantar canciones de alegría. Oremos.
– Para que nuestros hogares sean lugares de mutuo entendimiento, comprensión y reconciliación; que los jóvenes aprendan de sus padres a perdonar ofensas y a aceptarse mutuamente en su diversidad e individualidad. Oremos.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Por medio de este pan y este vino
nos unes con tu Hijo.
Él permaneció fiel a ti
cuando le pediste
un sacrificio imposible, el de la cruz..
Al ofrecer este sacrificio de tu hijo,
ayúdanos a aprender de él a decir sí
a toda tarea o sacrificio
que nos pidas en la vida.
Danos esta fe, este amor y lealtad
por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor, Dios nuestro:
Nos has fortalecido de nuevo
por la presencia de Jesús, tu Hijo.
Ensancha los horizontes de nuestra fe
y ayúdanos a aceptar,
no solo con nuestra mente
sino también con nuestros corazones
y con todo nuestro ser
que tú ves más lejos que nosotros,
que tu corazón es más grande que el nuestro,
y que el sacrificio es el precio que hay que pagar
por libertad, alegría y felicidad.
Haznos disponibles para aceptar esto
en confianza y amor,
por Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Con el paralítico del evangelio de hoy cuando fue curado, alabamos y damos gracias a Dios, que nos dice a nosotros también cuando hemos pecado: "Levántate y anda". Que el Señor les mantenga a ustedes caminando por sus caminos y que él les bendiga abundantemente, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.