Liturgia Viva del Jueves de la II Semana de Cuaresma. San Patricio, obispo

Fecha

17 Mar 2022
Finalizdo!

EL PUEBLO SUFRE.  MIRA SUS NECESIDADES
(Jer 17,5-10; Lc 16,19-31)

Introducción

    Los que ponen su fe en sí mismos y en los medios o recursos materiales que poseen no están abiertos a Dios o al reino de Dios. Se erigen a sí mismos como sus propios dioses y adoran lo que han hecho con su trabajo, con sus negocios… Adoran el becerro de oro. Fallan miserablemente al no ver o ser sensibles ante las necesidades de los otros, especialmente de los pobres.  Hay que aclarar que los que poseen más no son condenados precisamente porque tengan más que los demás, sino porque no ven las necesidades de los que tienen menos o no tienen nada, y porque no están dispuestos a ayudar y compartir. — Tenemos que aprender a percibir también las necesidades “no expresadas” de los pobres, especialmente de los humildes, de los que no se atreven a “verbalizar” su pobreza, su angustia y aflicción.

Oración Colecta

Señor Dios nuestro:
Muchos de nosotros
nunca disfrutamos tanto como ahora
del bienestar y la vida,
y por eso nos hemos vuelto
engreídos y satisfechos de nosotros mismos,
felices en nuestro pequeño mundo egoísta.
Oh Dios, haz que nuestros oídos
permanezcan abiertos a tu palabra
y nuestros corazones abiertos a ti
y también a nuestros hermanos.
No permitas que, en nuestra situación de bienestar,  
nos olvidemos de ti y de los hermanos,
o que pongamos nuestra esperanza solo en nosotros mismos.
Danos la sana inquietud de buscarte a ti, siempre y en todo,
por medio de Jesucristo nuestro Señor.

Intenciones

  • Por los pobres y desposeídos, por los que viven totalmente al margen de un digno bienestar y de la sociedad, roguemos al Señor.
  • Por los que tienen la mente y el corazón endurecidos y ya no ven ni las necesidades ni las ansiedades de los pobres, roguemos al Señor.
  • Por los países pobres del tercer o del cuarto mundo, para que puedan tener el debido acceso a los recursos y riquezas de esta nuestra tierra, roguemos al Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Tú sabes lo que hay en nosotros, en nuestro corazón,
y dónde está nuestro tesoro.
Danos fe no en nosotros mismos
o en lo que nuestra creatividad y nuestras manos han hecho,
sino en lo que podemos construir
todos juntos, contigo y con tu Hijo,
para que todo lo que somos y hacemos
sea a la vez un don que procede de tu generosa bondad
y fruto de nuestro trabajo y creatividad,
y que todo contribuya a construir
un mundo más digno, más humano; un mundo mejor,
en Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Abre nuestros oídos
a las palabras que Jesús nos dirige
para que creamos en tu designio salvador
y construyamos entre todos un mundo mejor.
Abre nuestros ojos y corazones
a las necesidades de los que sufren,
para que, en tu nombre,
podamos cuidarnos fraternalmente de ellos.
Y abre definitivamente nuestros corazones a ti
para que sin cesar te amemos y alabemos
por los siglos de los siglos.

Bendición
Hermanos: Lo que todos grandemente necesitamos son ojos para ver las necesidades de nuestros hermanos, oídos para escuchar su estruendoso clamor que reclama justicia, misericordia y una participación equitativa de los bienes de la tierra, tanto materiales como espirituales. Que el Dios de bondad sea bueno, nos dé un corazón grande y compasivo,  y lleve a cabo todo ese bello sueño en nosotros.
Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.

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