Liturgia Viva del El Martirio de San Juan Bautista
EL SIERVO ESTÁ LISTO
(1 Cor 1:1-9; Mt 24:42-51)
Introducción
Durante tres semanas y media oiremos, en la primera lectura, pasajes de la primera carta de San Pablo a los Corintios. En esta carta Pablo tiene que afrontar problemas prácticos de una joven comunidad cristiana en territorio pagano, en particular: su división interna en facciones, deslices de moralidad, relaciones con paganos, el papel de los carismas, y fe en la resurrección de Jesús, tan difícil de aceptar para los griegos. En el saludo de hoy, les recuerda a los cristianos de Corinto cómo han llegado a ser ricos en Cristo.
– Evangelio. Especialmente a los líderes de la comunidad, el Señor les dice que a su venida, él debería encontrarlos haciendo lo que se supone deben hacer, es decir, sirviendo a la comunidad con amor.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Afirmamos con fuerza que creemos en ti,
pero corremos el peligro de olvidar
que la sinceridad de nuestra fe
debe ser avalada por las obras.
Ayúdanos a ser siervos sabios y fieles,
de fe firme y de ferviente amor,
que sigamos el ejemplo de Jesucristo,
Hijo tuyo y Señor nuestro,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
Intenciones
- Para que estemos atentos a la presencia de Dios en nuestro mundo, reflejada en la bondad y solidaridad de la gente, roguemos al Señor.
- Para que estemos bien despiertos para percibir el amor que Dios nos muestra, y que lo hace crecer en nosotros en cada eucaristía, roguemos al Señor.
- Para que sepamos vivir en esperanza, apoyados en la certeza de que tanto nuestro compromiso en favor de la justicia y el amor, como nuestro convencido servicio a los hermanos son necesarios para instaurar el reino de Dios en nuestro mundo, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Así como el cuerpo está muerto sin el alma,
este pan y este vino permanecen sin vida
si no son animados por tu Espíritu.
Te pedimos que des vida a estos dones
por el poder del Espíritu Santo,
para que el amor de Cristo inspire nuestras vidas
para servirte a ti y a los hermanos;
y haznos disponibles
para encontrar en todo momento
a nuestro Salvador, Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Tú nos ha llamado a la vida
para ser felices nosotros mismos
y para hacer felices a los demás.
Haznos intensamente conscientes
de nuestra responsabilidad para con los otros.
Ayúdanos a ser fieles siervos,
cuya fe en ti se haga visible
en obras de sincero amor,
mientras esperamos con gozo
la venida gloriosa
de Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Hemos escuchado hoy: Bienaventurado el siervo a quien el amo encuentra trabajando cuando vuelve. Que el Señor nos encuentre siempre ocupados, trabajando por la justicia, la paz y el amor.
Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes.