San Juan de Ávila, presbítero y doctor de la Iglesia
Jn 6,60-69. ¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna
Mc 3, 7-12. Los espíritus inmundos gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios», pero él les prohibía que lo diesen a conocer.