Santa Isabel de Hungría, religiosa
Lc 18, 35-43. ¿Qué quieres que haga por ti? Señor, que vea otra vez.
Comentario para el Sábado 19 de Abril de 2025
El Sábado Santo, al no tener celebración eucarística, es un día particularmente silencioso. Es el vacío de la muerte, el sentimiento de hambre y sed de la presencia de Cristo. Es día de “rumiar” el dolor del Viernes. Es importantísimo no pasar página rápidamente, no entretenerse en otras muchas cosas. Hacer y sentir el vacío es esencial para sentir y captar, aunque sea misteriosamente, todo el sentido de la muerte de Cristo. Entrar en el abismo de un amor incomprensible y estremecedor.
En el Sábado Santo también nos adentramos en el dolor de María y en los dolores de todas las ausencias que sufrimos nosotros mismos y las personas de nuestro alrededor. También ahí, en el silencio, encontramos ese insondable misterio del amor de Dios.
Hay un espiritual negro que pregunta si hemos estado cuando crucificaron al Señor y lo pusieron en la tumba. Y sigue… “A veces me hace temblar…” Nada resume mejor este día.
Cármen Aguinaco
