Comentario al Evangelio del sábado, 13 de enero de 2024
Luis Manuel Suárez CMF
Queridos amigos:
La llamada de Jesús es personal, concreta y gratuita.
Jesús llama personalmente. No lo dice en general, ni por ver si alguien se da por aludido. De entre todo el gentío, al pasar Jesús ve a Leví y le llama. Es una llamada personal e intransferible. En este momento es a él a quien llama. Por eso la respuesta sólo puede ser personal, aunque sea junto a otros.
Jesús llama concretamente. No llama para nada, ni para algo abstracto. “Sígueme”. Ahí está el contenido de la llamada: seguir sus huellas, caminar sus caminos… hacer lo que Él hace, decir como Él dice, sanar como Él sana, anunciar como Él anuncia… amar como Él ama… y todo esto en movimiento, porque no será lo mismo hacerlo en Cafarnaúm que en Jerusalén… en el siglo I que en el XXI…
Jesús llama gratuitamente. Porque Leví no era precisamente un modelo de conducta para sus paisanos. Y puestos a pensar en alguien influyente, podía haber habido otros muchos. Pero Jesús llama de forma gratuita, porque quiere. Y se ha fijado en él. Porque no ve las apariencias, sino el corazón. Y sabe que, en ese hombre aparentemente indigno, hay escondido un hijo de Dios y un apóstol que puede salir a la luz a lo largo del camino. “No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”. Para evitar cualquier tentación de “elitismo” o de “dignidad” mal entendida.
Señor Jesús, Tú me llamas
por el nombre,
de manera concreta,
por pura gracia.
Que yo te pueda responder
desde lo que tú vas generando en mí.
Gracias por tu confianza.
Tu confianza me construye.
Vuestro hermano en la fe:
Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)