Comentario al Evangelio del sábado, 10 de diciembre de 2022
Paulson Veliyannoor, CMF
El fuego de Elías y Juan
Lo que caracterizó al profeta Elías fue su celo por Yahvé. Ardía de pasión por defender a Yahvé y hacer que los corazones del rey y del pueblo volvieran a Yahvé. Por su celo, desafió al rey, a los profetas de Baal y a toda la población a una contienda en el monte Carmelo e hizo bajar fuego del cielo. Es el mismo celo, pasión y singularidad de propósito que vemos en la vida de Juan el Bautista. El único objetivo de Juan era preparar el camino del Señor, y una vez que el Señor llegaba, se retiraba felizmente, habiendo cumplido su misión. Tal vez nos ayude estar cerca de ellos para contagiarnos también un poco de su fuego en nuestras almas. Lo que la Iglesia necesita hoy son cristianos con una pasión singular por Dios y su pueblo. Pueden ser una minoría, pero como la levadura en la harina, transforman el mundo entero.