Comentario al Evangelio del miércoles, 24 de noviembre de 2021
CR
Queridos Amigos:
En la vida, todos los “síes” traen consigo unos “noes” y viceversa, como un 2 x 1 de los que nos ofertan los mercados. En nuestro caso, es más difícil que deseemos llevar la oferta completa, sobre todo cuando implica sacrificio, renuncias y son los “síes” los que llevan implícitos los “noes” Es lo que advierte Jesús a sus discípulos. Seguirle y ser fieles a ese seguimiento no será un paseo…sin embargo, al final, las dificultades, los obstáculos superados (y aquellos que no) no habrán sido en vano.
Mientras leía el texto evangélico de hoy, pensaba en lo que supone ser coherentes con nuestra fe y que nuestra vida esté marcada por ella y no sea el mero cumplimiento de unas normas establecidas a lo largo del tiempo (dicho sea de paso, que pueden cambiar). Entonces, recordé las palabras de mi antiguo párroco. Aquí se las quiero compartir (parafraseándole un poco) porque me parecen una buena luz para confrontar nuestra vida con el evangelio de hoy.
“Un buen termómetro para medir nuestra vida cristiana puede ser el que desentonemos, al menos en algo, con la norma. ¡Ojo! no me refiero a que haya que ser un rebelde sin causa o alguien que se crea por encima de los demás; todo lo contrario. En medio de la normalidad, es necesario que -sin proponérnoslo- seamos blanco de alguna crítica, que no todos nos vean como siempre simpáticos y amigos de todo. El seguimiento coherente de Jesús encierra que a veces nos den la espalda, nos persigan, y recibamos ofensas…incluso de aquellas personas a quienes estamos más ligados. Todo ello porque no debemos nadar en favor de la corriente cuando ésta es opuesta al mensaje evangélico”.
Que el Señor haga removerse en nosotros aquello que más necesitamos poner en sintonía con Él.