Comentario al Evangelio del Miércoles 11 de mayo de 2025
Este texto se nos puede atragantar un poco. ¿Es que Jesús nos está diciendo que para ser seguidores suyos tenemos que ser perfectos judíos, cumpliendo al detalle cada una de las normas que tenían? No lo creo. Hay que fijarse en que Jesús dice que no ha venido a abolir sino a dar plenitud. Ahí está clave. Jesús nos invita a dar un paso adelante. No se trata de abolir pero sí de superar. Con Jesús hay una nueva ley, que engloba y supera la anterior.
Quizá para entender mejor este texto tendríamos que hacer memoria y recordar aquel pasaje en que Jesús se encuentra con un hombre que le pregunta qué tiene que hacer para heredar la vida eterna (Mt 10,17-25). Jesús con mucha paz le pregunta si ya ha cumplido los mandamientos. El hombre responde que sí. Y entonces Jesús da un salto adelante. No basta con eso. Le hace falta algo más: primero, vender todos sus bienes y darlos a los pobres y luego seguir a Jesús. Dicho en otras palabras: liberarse de todo lo que le ata y, así, ligero de equipaje, convertirse en discípulo, emprender un nuevo camino, que ya no está marcado por los mandamientos sino por el Reino.
En el texto de hoy, con otras palabras Jesús nos invita a dar ese mismo paso. A superar la etapa de la ley y las normas para entrar en otra dimensión. Viene a ser lo que san Agustín expresó diciendo “ama y haz lo que quieras”. Podemos poner un ejemplo muy sencillo: podemos ir a misa el domingo porque es una ley de la iglesia o podemos ir a misa el domingo porque es la oportunidad gozosa de compartir con nuestros hermanos y hermanas de comunidad nuestra fe, escuchar juntos la Palabra y compartir el pan de la Eucaristía. Es lo mismo pero no es lo mismo.
Podemos ser cristianos preguntándonos todo el tiempo si esto es pecado o no es pecado. O podemos ser cristianos pensando en qué podemos hacer para construir unas relaciones humanas más fraternales y más justas, en definitiva, para ir haciendo del Reino una realidad en nuestra vida y en la vida de los que nos rodean. Lo primero es quedarnos en la ley. Lo segundo es dar un salto adelante y vivir en la plenitud del Reino.
Fernando Torres, cmf