Comentario al Evangelio del martes, 18 de octubre de 2022
Paulson Veliyannoor, CMF
Cultivar el sentido de la vocación
Cuando la cosecha es abundante, ¿se negará el Señor de la mies a enviar obreros para recoger la cosecha? De ninguna manera. Por eso, si tenemos escasez de vocaciones, quizá no sea Dios quien nos falla, sino que nosotros le fallamos a él con nuestro "no" múltiple a su llamada. Dios sigue llamando a la gente para que trabaje en su viña, pero nosotros estamos muy ocupados con nuestros propios asuntos mundanos, como los invitados a las bodas (cf. Lc 14, 15-24), o somos totalmente ajenos a la llamada. En muchas parroquias se hacen oraciones y adoraciones especiales por el aumento de las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa; pero, sinceramente, ¿cuántos padres animan a sus hijos a considerar esa vocación? Por supuesto, uno puede trabajar por el Reino de Dios de múltiples maneras como laico; pero ¿cultivamos en nuestros hijos este sentido de vocación para dar testimonio de Cristo en el mundo secular como miembros laicos de la Iglesia de Cristo? Que la vida de San Lucas nos inspire.