Comentario al Evangelio del jueves, 25 de agosto de 2022
Paulson Veliyannoor, CMF
Ars Moriendi
Es una gran ironía que los seres humanos vivan como si la muerte le ocurriera a otro. Por supuesto, sabemos que somos mortales; pero de alguna manera, vivimos como si fuéramos a vivir en esta tierra para siempre. La conciencia de nuestra mortalidad o la falta de ella influye en nuestro modo de vida. Como dijo Samuel Johnson, la perspectiva de la muerte concentra maravillosamente la mente de un ser humano. En épocas anteriores, muchos monjes solían cavar sus propias tumbas y sentarse en ellas a meditar. Incluso en estos días, algunas órdenes contemplativas continúan la práctica de que cada monje prepare su propia tumba. Esto les da perspectiva. Quien es consciente de la muerte y de la realidad de dar cuenta de su vida al Creador se mantendrá despierto y estará alerta en todo lo que haga. Esa persona no será encontrada en falta cuando llegue su hora de encontrarse con el Señor de la Vida.