Comentario al Evangelio del jueves, 15 de diciembre de 2022
Paulson Veliyannoor, CMF
El desafío de Juan
La Ley y los Profetas eran dos fuerzas poderosas en la vida del pueblo de Israel. Una vez recibida la Ley, siempre existía la tendencia a abusar de ella. La misión de los profetas era seguir volviendo al pueblo al espíritu de la Ley y al corazón de Dios, el dador de la ley. Sin embargo, estos profetas fueron continuamente perseguidos y asesinados. Y entonces, en algún momento, la profecía terminó. Durante casi 400 años, no se vio un solo profeta en Israel. En ausencia de profetas, los líderes religiosos se convirtieron en poderosos y únicos intérpretes de la Ley, con gran pérdida de su espíritu. En esta coyuntura, Juan el Bautista surgió como profeta que se atrevió a decir las palabras de Dios, a desafiar a la gente a la conversión, a preparar el camino para el Señor. Jesús lo elogia. ¿Tenemos el corazón para decir "sí" a la llamada de Dios y ser una voz profética en nuestro tiempo?