Comentario al Evangelio del día 8 de junio de 2024

María tuvo también que hacer su camino para escuchar a Jesús. Busca, acoge y guarda las respuestas de su Hijo. Todo este camino lo recorre María a golpe de amor, ternura y esperanza.
El corazón de María fue comparado con la tierra buena en la cual la Palabra de Dios produce el ciento por uno. Para ser discípulos amados de Jesús y acoger a María como madre espiritual necesitamos ser hombres y mujeres de corazón, como Jesús, como María. El corazón de María está siempre junto al de su Hijo, atravesado, pero latiendo al mismo ritmo. ¿Cuál es el ritmo nuestro? Dejemos que las palabras de Jesús penetren en nuestro interior para que hagan su obra en nosotros.
Cordialmente
Salvador León, cmf

