Comentario al Evangelio del día 18-08-2025
Queridos amigos:
En el aprendizaje de una lengua, suele distinguirse un nivel inicial, en el que se dan los primeros pasos; un nivel medio, con el que uno puede desenvolverse entre hablantes de esa lengua; y un nivel avanzado, que permite una comunicación completa.
En la vida, también hay distintos niveles. A veces podemos vivir tiempos recios, donde cuesta avanzar y el objetivo es sobrevivir; hay momentos de avance, donde se va haciendo pie y se van dando pasos de crecimiento; y ojalá pudiéramos llegar a desplegar nuestras potencialidades, viviendo en una cierta holgura, en medio de las luces y las sombras de nuestro mundo.
El Evangelio apunta a lo más alto, sin dejar de pisar el suelo. Así aparece en el diálogo de Jesús con el joven que se le acerca en el Evangelio de hoy. Su objetivo es bueno: lograr la eternidad, una vida plena y lograda en este mundo, que se prolongue más allá. Apunta a lo alto. Jesús le responde con los medios ordinarios, sintetizados en los mandamientos: amar a Dios y amar al prójimo, honrando la familia, respetando la vida y a las personas, defendiendo la justicia y la verdad. Ese joven ya cree vivir todo esto, y siente que le falta algo más. Jesús le invita a vivir como Él y con Él: «Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y luego vente conmigo». Y al final, ese joven no tenía un espíritu tan joven como su edad, pues estaba apegado a sus riquezas… y se fue triste.
En la vida hay momentos de ir tirando. Siempre es mejor que vivir arrastrado. Un paso más es vivir desafío pendiente, en clave evangélica, para llegar a la última pantalla del juego de la vida. Para cada persona puede tener un matiz diferente.
Aquí estamos, Señor,
en el camino de la vida,
buscando el rumbo y lo auténtico.
No dejes de despertarnos de nuestras comodidades,
para entregarnos como Tú, donde se nos necesite.
Viviendo ligeros y confiados.
Vuestro hermano en la fe:
Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)