Comentario al Evangelio del día 11-08-2025
El texto evangélico de hoy tiene dos partes que parecen muy diferentes y sin conexión. En la primera Jesús de camino con sus discípulos les explica una vez más lo que va a ser su futuro inmediato. Al Hijo del hombre, a él mismo, le van a entregar en manos de los hombres y lo van a matar. Probablemente la mención final de la resurrección es un añadido posterior. O, en caso de que sean palabras de Jesús, lo más probable es que los discípulos no entendieran lo que Jesús quería decir. Era una novedad demasiado novedosa para que entrase en sus mentes. Por eso se entiende que se pusieran muy tristes. Del futuro de Jesús dependía su futuro. Y si Jesús moría, ellos se habían equivocado de líder y de profeta.
En la segunda se nos plantea un tema muy diferente: el pago de los impuestos. Actualmente en la mayoría de los países todos los ciudadanos están obligados al pago de los impuestos. Ni el rey ni el presidente de la república está exento. Pero no era así en tiempo de Jesús. De hecho, los ciudadanos romanos estaban exentos del pago de impuestos. Sólo los habitantes de las naciones dominadas, conquistadas, colonizadas, controladas por los romanos pagaban impuestos. A eso es lo que se refiere Jesús cuando dice que los reyes del mundo no cobran impuestos a sus hijos, sólo a los extraños. Jesús que se siente ciudadano del reino, hijo de Dios, entiende que él no debería pagar. En el reino no hay impuestos y todos son hijos e hijas. En el reino no hay extraños. Pero ya se da cuenta Jesús de que el reino todavía no es una realidad. El reino está viniendo. Ya está pero no se ha cumplido definitivamente. Por eso termina pagando.
En el fondo estas dos partes están muy unidas. Jesús se mueve, por así decir, en otra dimensión. No pertenece ya a este mundo. El es ciudadano del reino de Dios. Por eso y nada más que por eso los hijos de los hombres lo van a matar. Porque no quieren aceptar esa nueva realidad que es el reino. Y por eso, aunque en el reino no hay impuestos, todavía hay que pagarlos. Pero no será así en el reino. Claro que para llegar al reino hay que pasar por la Pasión/Pascua. Quizá entonces los discípulos entenderán lo que significa eso de que “resucitará al tercer día.”
Fernando Torres, cmf