Comentario al Evangelio del 11-12-2025
En la vida perdemos a veces mucho tiempo mirando al pasado. Recordamos otros tiempos y nos parece siempre que fueron mejores. Había más… y podemos poner aquí muchas cosas que nos parece que hoy faltan. En realidad, es mentira. Lo que pasa es que la memoria nos juega una mala pasada y, sin darnos cuenta, nos hace seleccionar los recuerdos. Dejamos unos de lado –muchas veces los desagradables–. Y brillan con todo su esplendor lo que a nosotros nos parece ahora que era bueno. La verdad, la mera verdad, es que este mundo está siempre en cambio. Y que vivir de nostalgias a menudo nos paraliza para enfrentarnos a las situaciones que nos toca vivir hoy.
Jesús nos invita a vivir el presente. Hoy es cuando el Reino de Dios se está manifestando, se está haciendo realidad ante nuestros ojos. Hoy es cuando tenemos la oportunidad de hacer Evangelio con los que viven con nosotros, de crear fraternidad, de hacer justicia. Ese es el mensaje del Evangelio de hoy. Es un mensaje que nos ayuda a vivir en Adviento, a mirar hacia delante.
Con Jesús se inaugura un nuevo tiempo en la historia de la humanidad. La relación con Dios y la relación con nuestros hermanos y hermanas ya no es la misma que antes. En él se nos revela un Dios que es amor. Frente a él no hay temor sino amor, esperanza, misericordia. Ya no se puede seguir viviendo en el Antiguo Testamento. En Jesús el mundo nuevo ya está aquí. Es verdad, todavía no se ha manifestado del todo pero lo de antes ya ha pasado y Dios se ha hecho presente en nuestro mundo en Jesús como nunca antes lo había hecho.
Basta ya de nostalgias. No es verdad que cualquier tiempo pasado fuera mejor. Es en el presente donde tenemos que vivir. Y contamos con esa presencia nueva de Dios en nuestras vidas para construir el Reino, para ser más hermanos, para amar y perdonar como nunca antes se había hecho. Nos tenemos que hacer violencia a nosotros mismos para ir más allá de las apariencias y descubrir la novedad del Reino en nuestro mundo.
Fernando Torres, cmf

