Es mucho más lo que hemos recibido que lo que hemos podido dar.

Es mucho más lo que hemos recibido que lo que hemos podido dar.
Quiero seguir siendo sacerdote porque, después de casi 40 años, la rutina y la costumbre me han impedido disfrutar de la “dignidad” de serlo, y no quiero acostumbrarme al misterio que represento.
Por haberme llamado a tu servicio y al servicio de esta iglesia pecadora, pero también santa.
Espero que mi sacerdocio le guste a Dios porque espero-creo- que me lo ha dado todo Él.
Saber estar, donde te toque, donde te manden, donde te necesiten.
Memoria de algunos hechos significativos y reveladores de cuarenta años de vida y experiencia misionera.
Nunca me ha sentido sólo, pues va conmigo El que me envía y me siento acompañado.
Servir al Evangelio en sus múltiples formas, en las distintas estaciones del año y de la vida.
Es mucho más lo que hemos recibido que lo que hemos podido dar.
Quiero seguir siendo sacerdote porque, después de casi 40 años, la rutina y la costumbre me han impedido disfrutar de la “dignidad” de serlo, y no quiero acostumbrarme al misterio que represento.
Por haberme llamado a tu servicio y al servicio de esta iglesia pecadora, pero también santa.