¿Tiene, pues, Dios preferidos o favoritos? Sí, pero no entre personas diferentes, sino entre diferentes actitudes y estados de ánimo dentro de nuestras propias almas.

¿Tiene, pues, Dios preferidos o favoritos? Sí, pero no entre personas diferentes, sino entre diferentes actitudes y estados de ánimo dentro de nuestras propias almas.
¿Tiene, pues, Dios preferidos o favoritos? Sí, pero no entre personas diferentes, sino entre diferentes actitudes y estados de ánimo dentro de nuestras propias almas.