
Meditación para el domingo XXX del tiempo ordinario
Ángel Moreno - Buenafuente del Sistal el sábado, 23 de octubre de 2010
Apartarse de Dios es quedarse solo, conviviendo con la propia debilidad, sin el auxilio que alcanza hasta lo más profundo del ser. Significa caer en la tentación de valerse por sí mismo, de manera pretenciosa, sin acudir a Dios.