La acogida a los emigrantes y refugiados, más que cuestión de solidaridad y de compartir, es una oportunidad providencial para renovar el anuncio del Evangelio en el mundo contemporáneo. Lo escribe el Papa en el mensaje para la Jornada mundial del emigrante y del refugiado, que se celebrará el próximo 15 de enero sobre el tema «Migraciones y nueva evangelización».
