
Nuestra experiencia con los sacerdotes
Con ilusión y alegría nos ponemos frente al papel para decir lo que ha supuesto y supone para nosotros y lo que aporta a nuestra relación de pareja trabajar con sacerdotes o consagrados.
Con ilusión y alegría nos ponemos frente al papel para decir lo que ha supuesto y supone para nosotros y lo que aporta a nuestra relación de pareja trabajar con sacerdotes o consagrados.
Ofrecemos una experiencia de complementariedad entre un sacerdote religioso y un matrimonio. Esta experiencia singular seguramente expresa la de muchos otros.
Yo quiero resucitar ¿Tú quieres resucitar? ¿Quieres vivir para siempre? ¿Sientes pasión por la vida? ¿Puedes afirmar que eres una persona “biófíla”? ¿Sientes rebeldía frente a la muerte individual e indignación ética frente a la cultura de la muerte?
Son los novios los que se casan, la boda es el comienzo de la vida matrimonial sacramental.
Es éste un adjetivo muy actual para el sustantivo fidelidad. Pertenece a la naturaleza de la fidelidad en estos tiempos en los cuales se jalea día y noche la infidelidad: matrimonial, política, religiosa. Como valor permanente se refiere ante todo a la coherencia consigo mismo. Implica autenticidad y verdad en las relaciones interpersonales y conyugales.
El anillo es un signo nupcial. Lo llevan los esposos. El obispo lo recibe en su consagración episcopal.
“La misión de mi vida es hacerte feliz”. Expresiones como ésta suelen utilizarse en declaraciones de amor. Al menos en las películas de amor. Está dentro del arrobamiento que implica la experiencia de enamoramiento. Puede ser que en tiempos posmodernos esta pretensión tenga una reminiscencia demasiado romántica. Puede ser que no conmueva a los jóvenes actuales.