Justicia poética porque ganó el fútbol y el fútbol, ese maravilloso folclore universal, es Iniesta. El ‘pequeño Quijote’ tenía que ser quien clavara en el minuto 116 de la prórroga el clavo del ataúd de Holanda.

Justicia poética porque ganó el fútbol y el fútbol, ese maravilloso folclore universal, es Iniesta. El ‘pequeño Quijote’ tenía que ser quien clavara en el minuto 116 de la prórroga el clavo del ataúd de Holanda.
Los trabajadores y trabajadoras que cosen balones de fútbol en Pakistán, India, China y Tailandia sufren una alarmante violación de sus derechos laborales.
Justicia poética porque ganó el fútbol y el fútbol, ese maravilloso folclore universal, es Iniesta. El ‘pequeño Quijote’ tenía que ser quien clavara en el minuto 116 de la prórroga el clavo del ataúd de Holanda.
Los trabajadores y trabajadoras que cosen balones de fútbol en Pakistán, India, China y Tailandia sufren una alarmante violación de sus derechos laborales.