Somos seres humanos, no ángeles, y la naturaleza y el instinto conspiran para que fijemos nuestra mirada y nuestro deseo en esta tierra. Lo que nuestros corazones anhelan intensamente son de hecho las personas y cosas de este mundo.
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El Anhelo, el Deseo y el Rostro de Dios
Somos seres humanos, no ángeles, y la naturaleza y el instinto conspiran para que fijemos nuestra mirada y nuestro deseo en esta tierra. Lo que nuestros corazones anhelan intensamente son de hecho las personas y cosas de este mundo.
Santa Lucía, virgen y mártir
Mt 11,16-19. Elías ya ha venido, y no lo reconocieron.
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