Nuestras diferencias personales, por mucho que a veces nos frustren y pongan a prueba nuestra paciencia, no son crimen, ni pecado; o incluso, de hecho tampoco son (casi nunca) culpa de nadie.
Artículos en:
culpa
Perdonando Nuestras Diferencias
Nuestras diferencias personales, por mucho que a veces nos frustren y pongan a prueba nuestra paciencia, no son crimen, ni pecado; o incluso, de hecho tampoco son (casi nunca) culpa de nadie.
Santos Cornelio, papa, y Cipriano, obispo, mártires
Entonces dijo Jesús: «Joven, yo te lo mando: levántate.»
¡No hay eventos!