Somos seres humanos, no ángeles, y la naturaleza y el instinto conspiran para que fijemos nuestra mirada y nuestro deseo en esta tierra. Lo que nuestros corazones anhelan intensamente son de hecho las personas y cosas de este mundo.

Somos seres humanos, no ángeles, y la naturaleza y el instinto conspiran para que fijemos nuestra mirada y nuestro deseo en esta tierra. Lo que nuestros corazones anhelan intensamente son de hecho las personas y cosas de este mundo.
Somos seres humanos, no ángeles, y la naturaleza y el instinto conspiran para que fijemos nuestra mirada y nuestro deseo en esta tierra. Lo que nuestros corazones anhelan intensamente son de hecho las personas y cosas de este mundo.