¿Qué es para mi ser sacerdote?
Saber estar, donde te toque, donde te manden, donde te necesiten.
Saber estar, donde te toque, donde te manden, donde te necesiten.
Memoria de algunos hechos significativos y reveladores de cuarenta años de vida y experiencia misionera.
En estos 50 años he sido muy bendecido por mi Señor Jesucristo y mi Madre Virgen, Santa María.
Carta abierta a un joven que se prepara para el sacerdocio o que ha pensado alguna vez en ello, y... a todos los demás.
No puedo guardar lo mejor de mi vida. No resulta fácil expresar en un puñado de palabras la vocación sacerdotal.
Muchos son los sacerdotes que se han gastado y desgastado por la comunidad, por los pobres.
¡Cuánto he aprendido de quienes viven la vocación conyugal! ¡Ojalá yo amara a mi comunidad como los esposos se quieren y traducen su amor en pequeños y grandes gestos significativos!
La experiencia misionera es la que me ha ayudado a entender y vivir mi sacerdocio como un servicio a la comunidad.
El sacerdocio se hace historia personal de acogida del don del Espíritu, que unge y envía, y de respuesta a ese mismo don en las diversas circunstancias de la vida.
Ser una mediación, un puente, una ayuda para llegar a Él. Con mis limitaciones y mis dones, mis pobrezas y mis riquezas, con todo lo que soy.
No sé si soy un cura “conciliar”, pero sí que, por escueto tiempo biográfico, soy un cura “del Concilio”
Casi rayando los sesenta años fui destinado a Bolivia. En esta bendita tierra me encargaron de nuevo tomar las riendas de la formación.
En una convivencia me dieron una pegatina que decía: ¿Dónde serviré yo más y mejor? Ahí quedó la cosa.
Sacerdote al caminar : ser sacerdote es algo que se va recibiendo y haciendo poco a poco, día tras día.
Desde el recuerdo de unas cuantas experiencias pastorales, os comparto que es para mí ser sacerdote.
Preludios sacerdotales : fue el roce el que me hizo sintonizar con aquellos sacerdotes a quienes servía a diario.
Tenía miedo de que no podría volver celebrar.
Testimonio de mi ministerio con motivo del año sacerdotal y en la coincidencia de mi cuarenta aniversario.
El reto de ser sacerdote en China es descubrir las fronteras inexploradas para llevar el mensaje de Jesús.