Liturgia Viva del Lunes de la 34ª semana del Tiempo Ordinario

GENEROSIDAD DE LOS POBRES

Introducción
Primera Lectura: Para fortalecer la fe de los judíos perseguidos en tiempo de los Macabeos, el autor del Libro de Daniel cuenta la historia ejemplar de cuatro jóvenes judíos que aceptaron el riesgo de permanecer leales a la Ley de Dios, aun viviendo en la corte del rey pagano. Por esta fidelidad consiguieron, por una parte la protección de Dios y, por otra, profunda sabiduría.
Evangelio. La viuda del evangelio de hoy va más allá de la Ley. En su generosidad no sólo da todo lo que tiene; ella sólo tiene lo que ha entregado. Los pobres con frecuencia saben bien cómo dar, porque saben lo que significa ser pobres y dependientes;  saben cómo vivir en las manos de Dios.

Oración Colecta
Señor Dios nuestro, Padre generoso:
El pueblo sencillo con frecuencia nos avergüenza
por su total generosidad y sincera lealtad.
Danos, Señor, la gracia de percatarnos
de que, como tu Hijo,
los verdaderamente pobres de corazón
con frecuencia nos muestran quién eres tú:
Un Dios que se da a sí mismo.
Danos también a nosotros
esa clase de lealtad y de amor generoso
por medio de Jesucristo nuestro Señor.

Intenciones
  • Señor, te pedimos por los huérfanos y las viudas. Protégelos contra la desesperación, y a nosotros haznos atentos a su necesidad de amor y compasión. Por eso te decimos: R/ Escúchanos, Señor.
  • Señor, te pedimos por todos los pobres que sienten inseguridad acerca del día siguiente. Que sepamos compartir generosamente con ellos, llevándoles ayuda eficaz, seguridad y amor. Por eso te decimos: R/ Escúchanos, Señor.
  • Señor, te pedimos por esta nuestra comunidad. Ayúdanos a aprender de los pobres a ser lo bastante generosos para compartir no sólo de nuestra abundancia, sino también, si es necesario, de nuestra propia pobreza. Por eso te decimos: R/ Escúchanos, Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios misericordioso: Cuando tú quisiste
que alguien sufriera o muriera por el pecado
para que nosotros tuviéramos  vida,
elegiste  a tu propio Hijo
y él lealmente aceptó.
Oh Dios generoso, que te das a ti mismo:
Acepta estos dones de pan y vino, aunque sean pobres,
porque en ellos ponemos nuestra propia generosidad
con la esperanza de que tú vas a incrementarla,
por medio de Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro, Padre generoso:
Tú vienes a nosotros en tu Hijo Jesucristo
no en la forma ostentosa como un ricachón visitaría
un barrio marginado y  subdesarrollado,
sino en la forma humilde como un pobre comparte
con  los que son también pobres como él.
Acepta nuestra acción de gracias
por darte tú a ti mismo
y manifestar en Jesús toda la abundancia de tu amor,
con un respeto infinito a nuestra pobreza humana.                                                                             Acepta nuestros sentimientos de gratitud
por medio de Jesucristo nuestro Señor.

Bendición
Hermanos: Cristo se entregó a sí mismo para otorgar a los hombres reconciliación y felicidad. Los cristianos habríamos de aprender de él  a darnos a nosotros mismos sin contar el costo. Para eso le pedimos que nos bendiga.

Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.