Liturgia Viva del Sábado de la 31ª semana del Tiempo Ordinario

Oración Colecta

    Señor Dios nuestro:
    Por medio de tu Hijo,
    tú nos comunicas hoy
    que no podemos ser al mismo tiempo
    tus amigos y amigos del dinero.
    Danos la gracia de ver más profundamente
    que somos amigos del dinero
    cuando somos injustos con otros
    o cuando, con nuestro silencio,
    toleramos cobardemente la injusticia.
    Pero danos también la gracia
    de ser más profundamente conscientes
    de que somos tus amigos
    cuando valoramos y apreciamos la vida sencilla,
    cuando no somos codiciosos de dinero
    o ávidos de una alta situación y prestigio social,
    sino cuando invertimos en los hermanos
    y utilizamos con ilusión todos tus dones para servirles
    y para edificar tu reino de justicia, verdad, paz y amor.
    Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

Intenciones

    - Para que los gobiernos de las naciones no promuevan ni permitan -por saldar deudas nacionales o por ganancia personal corrupta e ilícita- el saqueo de los recursos naturales, como selvas y bosques, que son el orgullo y la riqueza de la nación, roguemos al Señor.

    - Para que en nuestras familias sepamos promover sinceramente una vida sobria, sencilla, y al mismo tiempo solidaria, roguemos al Señor.

    - Para que los padres sepan inculcar a sus hijos que existen valores más altos que el dinero, las posesiones, el poder y una alta posición social, roguemos al Señor.

Oración sobre las Ofrendas

    Señor Dios nuestro:
    Tú partes y repartes aquí para nosotros
    el pan que satisface a los pobres;
    y escancias para nosotros el vino de salvación y alegría
    de Jesucristo, tu Hijo.
    Junto con él, y por la sabiduría y fuerza
    de su Santo Espíritu,
    que sepamos ponernos nosotros mismos
    y todos nuestros dones y creatividad
    al servicio de los hermanos,
    para que tu reino crezca en todos nosotros
    y, por tu gracia, dé fruto y perdure
    por los siglos de los siglos.

Oración después de la Comunión

    Oh Dios, todopoderoso y lleno de toda riqueza:
    Lo que tú creas, lo repartes y regalas
    y nos lo encomiendas dejándolo a nuestro cuidado.
    Nosotros, por el contrario,
    intentamos guardar firmemente
    riquezas y poder en nuestras propias manos.
    Te damos gracias porque tú eres diferente,
    generoso y no entrometido,
    oculto humildemente detrás de tus dones
    Haznos comprender que no nos volvemos más pequeños
    cuando unos a otros nos hacemos grandes,
    ni más pobres si otros son ricos y pudientes.
    Queremos compartir la mentalidad
    de quien, al hacerse hombre,
    no alardeó de ser Dios
    y renunció al poder y la fuerza por nosotros,
    Jesucristo nuestro Señor.

Bendición

Hermanos: Jesús quiere que seamos agradecidos por los dones recibidos de Dios, precisamente actuando con responsabilidad con lo que tenemos, y eso incluye el generoso compartir. Después de todo, hemos recibido realmente mucho. Debemos compartirlo con los demás.

Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y les acompañe siempre.