Liturgia Viva del Viernes de la 2ª semana de Cuaresma

EL SUFRIMIENTO SALVA
(Gen 37,3-4.12-13.17-28; Mt 21,33-43.45-46)

Introducción
    José tuvo que sufrir porque sus hermanos eran celosos. Sin embargo, más tarde él los sacaría de la penuria y de la hambruna. --- Jesús, por su parte, fue también rechazado y murió por nuestros pecados. Él se convirtió en la piedra angular del nuevo reino, establecido para dar vida a todos. --- ¿Y nosotros, qué? Nosotros ilusoriamente queremos felicidad sin dolor, sin pagar el precio necesario; aunque sacrificio y felicidad son parientes cercanos. “Si el grano de trigo no muere…”  Sabemos esto…, pero llevarlo a la práctica es demasiado desagradable e incómodo, a no ser que nos veamos forzados por las circunstancias.

Oración Colecta
Oh Dios, Padre nuestro:
Nosotros no queremos morir;
queremos más bien vivir.
Queremos ser felices,
pero sin pagar precio alguno.
Pertenecemos a nuestro tiempo,
en el que sacrificio y sufrimiento
no están precisamente de moda.
Oh Dios nuestro,
haz que percibamos claramente
que el sufrimiento vale la pena
para dar más profundo sentido a nuestra vida.
Danos la gracia de comprender
que, como antiguamente,
vivir significa nacer repetidamente
pero siempre con dolor y sacrificio,
para que la misma vida llegue a ser de nuevo
un viaje de esperanza y alegría hacia ti,
unidos a Jesucristo, muerto y resucitado,
nuestro Señor.

Intenciones
  • Por los que son traicionados en su amistad y confianza, roguemos al Señor.
  • Por los niños de la calle y por los jóvenes abandonados a su suerte y desatendidos, o incluso ignorados por sus propias familias, roguemos al Señor.
  • Por los que por la enfermedad sufren en sus cuerpos, y por los enfermos graves y agonizantes, para que encuentren fuerza y consuelo en la cruz de nuestro Señor, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Celebramos en esta eucaristía
la victoria de tu Hijo contra la muerte.
Por su medio tú nos das vida
y nos enseñas a aceptar la muerte.
Señor, ayúdanos a amar la vida
sin rechazar el sufrimiento, cuando sea necesario,
en beneficio del amor y la renovación.
Que percibamos el miedo a la muerte
y el deseo irrefrenable de la vida
a la luz de la vida, muerte y resurrección
de Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Haz que aceptemos plenamente
las realidades fundamentales de la vida:
que no hay nacimiento sin dolor,
ni crecimiento sin esfuerzo,
ni edad madura sin lucha,
ni sabiduría sin experiencia y dura práctica.
Oh Dios, aúpanos por encima de nosotros mismos,
para que entendamos y aceptemos
la sabiduría de la cruz
de nuestro Señor y Salvador Jesucristo,
que vive y reina por los siglos de los siglos.

Bendición
Hermanos: José perdonó a sus hermanos y se convirtió en gran bendición para ellos. --- En la cruz, Jesús nos otorgó perdón y nos trajo vida. Y el signo hermoso de esto fue cómo perdonó a los que le habían conducido a la cruz y a la muerte.
Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.